martes, 27 de mayo de 2008

GUIA

Caminen sin miedo y habrán ingresado al barrio. Será como dar vuelta la hoja de un libro. No teman. Es el barrio. El barrio de la eternidad. Así lo llaman. Alguna vez fue mío, hasta que tuve que venir aquí para ser el guía. Vamos, no teman. Entren al barrio. Es el lugar más hermoso que pueda existir. No le busquen lógica. El barrio no la tiene. Ahí todo es distinto y a la vez muy familiar. Encontraran lo mejor de ustedes. Una hermosa infancia (si la tuvieron) y también, una hermosa infancia (sino la tuvieron). Vamos. Lo mejor está esperando en el barrio. ¿Estructuras filosóficas? Nones. El barrio es un acto de fe. ¡Estructuras filosóficas! Eso me causa mucha gracia. Me suena a equitación protestante, diría Jorge Luís. Que también vive en el barrio. ¿Lo conocen? Ya lo conocerán. Es el escritor más genial de todos los tiempos… ¿En qué estábamos?

¡Ah! Bueno. Como para que se vayan haciendo una idea, y mientras vamos caminando, pasaré a contar lo que allá sucede.

Quizás tengan que pagar algún que otro derecho de piso, pero no se preocupen. No son tan crueles como parecen. A veces si. Sin embargo, ¿Qué son esos pagos en comparación con lo que van a recibir? Nada. Vamos. No teman. Están a punto de ingresar al barrio. Barrio que cuenta con un clima muy especial. A cada uno le reina el clima que se le antoja, y no molesta al prójimo. Por ejemplo: para mí, el clima del barrio ha sido siempre calido y agradable. Y si a otro le ha llovido, casi que ni me di cuenta. Parece muy extraño todo lo que estoy diciendo, pero el barrio es así, y no es mi culpa. Y si la fuese, estaría orgulloso. Vamos. No teman.

¿Trabajo? ¿Me preguntan si en el barrio hay trabajo? No se si en el barrio hay trabajo. Lo que puedo asegurar es que en el barrio hay felicidad. Y no se si será lo mismo. ¿De qué viven? ¡Qué preguntas tan extrañas que me hacen! Viven porque son eternos. Así como lo serán ustedes, apenas hayan ingresado.

¡Vamos! No teman. Sigan leyendo...y bienvenidos.